Juntos a medianoche

Autor Jennifer Castle                                                   

Editorial V&R Editoras

ISBN: 9786078614042

No. páginas: 300 páginas

Sinopsis

En ese mágico limbo entre Navidad y Año Nuevo, Max y Kendall se encuentran de casualidad en Nueva York: En el pasado, los une un error. En el presente, un accidente. Y en el futuro, un reto inesperado que les dará la oportunidad de redimirse.

Para alivianar el peso de la culpa, aceptan realizar siete actos de bondad espontáneos antes de que finalice el año. Pero ¿qué es ser amable? ¿Y por qué a veces se siente como la cosa más difícil del mundo?

En una ciudad que vibra al compás de las historias y secretos de miles de personas, deberán

aprender una valiosa lección de humanidad para volver a descubrirse a sí mismos y atravesar juntos la medianoche.

Sobre Jennifer Castle

Jennifer Castle tiene 39 años y vive en Hudson Valley, Nueva York, con su marido, sus dos hijas y sus dos gatos atigrados, Angel y Squash. También es autora de “The Beginning of After” (2011), “You Look Different in Real Life” (2013) y “What Happens Now” (2016).

*Mi reseña*

Esta es una historia con ciertos enredos como muchas de las situaciones que vivimos como adolescentes, cuando un día te gusta un chico  y a los meses otro, lo cual solo es parte de vivir la etapa, descubrir y definir los gustos hacia una pareja; asé es como comienza la historia de Kendall y Max, que en realidad comienza con Kendall y Jamie, el chico que siempre le ha gustado a ella y con quien esta comenzando a surgir algo cuando ella decide irse un tiempo a vivir con su hermano Emerson.

 Jamie es el chico con la sonrisa más encantadora que hace vibrar a Kendall con solo verlo y lo van pasando de maravilla hasta que un día él va a quedarse en casa de su amigo, quien resulta ser nada más y nada menos que Max, con quien Kendall tuvo una breve historia por la cual le resulta bastante incomodo el encuentro. Pero todo esto pasa a segundo plano cuando los chicos son testigos del accidente de una chica, y es en ese momento cuando comienza a hacer una retrospectiva y cuestionarse si el haber intervenido en la situación en la que previamente se encontraba Luna hubiese cambiado las cosas. 

Este evento no solo los hace cuestionarse sobre lo que debieron de haber hecho, también los hace recapacitar sobre como los seres humanos hasta cierto punto somos participes de muchos acontecimientos desafortunados y aun así somos apáticos hacia lo que le sucede al otro limitándonos solamente  a ser unos simples espectadores.

El impacto que sufrieron hace que Kendall y Max se unan, ya que en ese momento son los únicos que se encuentran cerca y con quienes se sienten en confianza y completo entendimiento, es así con esos encuentros cuando entra en escena la simpática Erica, una mesera de un restaurante donde se encontraban, y quien no puede evitar escuchar una conversación de ellos y les sugiere que en lugar de pensar en lo que hubiese sucedido si hubieran intervenido con los problemas de Luna, pueden hacer una serie de Actos de Bondad hacia 7 personas desconocidas, a lo que ellos aceptan entusiasmados. 

Son cuatro los días con los que cuentan los chicos para cumplir su lista de actos de bondad; así realizan su primer acto con Brian Cheng y su hija Sophie; ellos se van dando cuenta que la gente no esta acostumbrada a recibir actos de amabilidad de extraños sin ninguna retribución a cambio y aunque esto les presenta ciertos inconvenientes  no los desmotiva y siguen con su objetivo logrando realizar su segundo acto con Joshua, un indigente, quien solo necesitaba ser escuchado y aquí es cuando me doy cuenta lo fácil que se dice "solo necesitaba ser escuchado" y la verdad que hay detrás de el arte de escuchar como desconectarte de tu propia necesidad de ser escuchado, enfocarte en el otro, en sus problemas y realmente prestarle atención, un gran acto de bondad que reconforta a quien se siente ignorado porque todos en algún momento necesitamos ser escuchados.

Dándole continuidad a su lista realizan actos de bondad con Cora, Ulisses, Ezra Levine, el abuelo de Max, Kerstin, Sheylby Dearden y esos actos hacen que Kendall y Max cada vez se sientan más unidos, que nazcan sentimientos y los ponga en aprietos  sobre como manejar las cosas con Jamie y Eliza, la ex novia de Max, quien es por cierto una más por la que realizan un acto de bondad.  Al final logran aclarar la situación, dejan de resistirse a sus sentimientos aunque de una forma muy corta pues el destino les tiene preparados distintos caminos. Kendall realiza cierto cierre sobre el acontecimiento que presencio escribiéndole una carta a Luna para contarle todo lo que sucedió después de su accidente y aunque este acto pueda resultar liberador para ella, es algo que recordara por siempre.  Max por su parte sigue realizando actos de bondad que ya no forman parte de una lista, pero que le salen de corazón y de forma natural.

Una hermosa historia que nos hace reflexionar sobre nuestro comportamiento ya seamos adolescentes o adultos, de como nos volvemos simples espectadores de la tragedia de los demás y en ocasiones hasta hacemos un circo de la situación grabando los hechos sin tener compasión alguna por el otro y en medida de nuestras posibilidades ofrecerle ayuda. 

Gracias a VR Editoras por el ejemplar.