Cómo me hice monja

Autor: CÉSAR AIRA

Editorial: EDICIONES ERA

No. de páginas: 100

ISBN: 9786074454772

Sinopsis:

Un auténtico terremoto sacudió la literatura hispanoamericana en 1993: la aparición de la insólita novela de César Aira, cómo me hice monja que se ha convertido en un verdadero clásico de nuestro tiempo, un prodigio de experimentación, delicadeza imaginativa y ¿elegancia alucinada. Una ficción que vale la pena leer y releer, porque esconde una de las propuestas estéticas más atrevidas y provocadoras de las letras contemporáneas.

Sobre César Aira

César Aira es un escritor y traductor argentino. Ha publicado más de cien obras, sobre todo novelas cortas que define como “cuentos de hadas dadaístas” o “juguetes literarios para adultos”.

Mi Reseña

En Cómo me hice monja  a primera instancia te haría pensar que es un libro sobre religión con una portada muy intrigante, definitivamente no es nada de lo que puedas esperar, ¡es mucho mejor!. Aun cuando es  un libro muy corto, con apenas 100 páginas, te atrapa desde el principio al punto que llega a confundirte, nuestr@ protagonista nos hace dudar si se trata de errores de edición o que es lo que esta pasando.

La historia comienza con una salida inolvidable (y vaya que lo fue) en la que un padre de familia quiere llevar a su hijo a vivir una nueva experiencia como lo es probar un helado, es un helado es el que desencadena todo ¿o no?; la querida niña se decide a probarlo pero nada resulta como ella esperaba, se da cuenta que sabe horrendo y como cualquier niño de 6 años, comienza a hacer rabietas que exasperan tanto al padre pues no puede creer que no le haya gustado un helado de frutillas, simplemente no puede creerlo. Entre jalones y estirones el pequeño se sigue quejando, se niega a comer el helado a pesar de que su padre lo obliga; no se explica como es que su padre la hace que coma tal cosa, comienza a devolver el estomago hasta que su padre por fin decide probarlo, vaya sorpresa que se lleva al darse cuenta que su pequeño decía la verdad, el helado estaba pasado, sabia asqueroso.

Como todo padre que busca defender a su hijo, va a reclamarle al heladero exigiéndole que pruebe su helado, quien por supuesto se niega, pero el Señor Aíra ya estaba al límite con todas las rabietas que había hecho el niño, no supo como enfrentar la situación e hizo que el vendedor probara el helado, nada más y nada menos que metiéndole la cabeza al bote de nieve, hasta que las cosas se salieron de control y el heladero dejo de poner resistencia.

A nuestra pequeña protagonista toda esa experiencia la dejo marcada, sin dejar de mencionar  la intoxicación que sufrió y por la que tuvo que estar meses en el hospital viendo día a día la dinámica que ahí se vivía, como Alma Módena, la  enfermera, se tenía que hacer cargo de 40 pacientes y que por supuesto no se hacía cargo de ninguno en realidad, como la Madre Corita bendecía todas las camas sin importar si estaban ocupadas.

¿Hasta aquí te has sentido confundid@ por nuestr@ protagonista? Bien.  Pasada la crisis del Hospital, el niño César Aíra vuelve al colegio aunque lamentablemente no fue mejor que haber estado en cama pues su maestra ha descubierto un escrito que la ha dejado impactado y le pide a todos los niños ignorar al pequeño; no olvidemos que solo tiene 6 años y el trauma vivido con el helado, la reacción de su padre, su comportamiento y pensamientos distintos a lo que es, todo ese cumulo de experiencias hacen que tenga comportamientos cada vez más difíciles que solo hacen que su pobre madre tenga más dificultades para enfrentar la vida sola con su hijo.

Un día como cualquier otro, la pequeña va de compras con su madre y empieza su ya conocida rutina de esconderse de ella y seguirla de lejos hasta que la pierde de vista y se topa con una amiga de la familia, quien la invita a ir con ella, nuestra pequeña sabe que algo no anda bien, lo percibe, pero aún así se va con la extraña quien lo lleva a un lugar alejado y de mal aspecto. Estando ahí le revela su verdadera identidad y le ofrece nuevamente helado de frutillas…

Es una historia que no te puedes perder, posiblemente al igual que cuando fue publicado te llegue a escandalizar la confusión que vive el niño César Aíra. Entre los hechos alrededor de él, su confusión, las dificultades escolares, su padre preso y el helado de frutilla no sabrás cual es el detonante que lo hace una historia espeluznante.  Todo en ella es un acierto por parte del autor, desde elegir su propio nombre para nuestro protagonista hasta el final tan inesperado.

GRACIAS A EDICIONES ERA POR EL EJEMPLAR.